Cada año, el 23 de mayo, el mundo se une en solidaridad para conmemorar el Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica. Esta fecha nos recuerda la urgencia de abordar una condición que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, especialmente en las regiones más pobres y marginadas.
La fístula obstétrica es una lesión devastadora que ocurre durante el parto prolongado y sin atención médica adecuada. Se forma un orificio entre la vagina y el recto o la vejiga, lo que resulta en una filtración continua de orina o heces a través de la vagina. Esta condición no solo causa un sufrimiento físico extremo, sino que también tiene un impacto emocional y social profundo en las mujeres que la padecen.
En el Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica, es crucial recordar que esta condición es prevenible y tratable. Sin embargo, muchas mujeres no tienen acceso a la atención médica adecuada durante el parto, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una fístula. Además, el estigma y la discriminación asociados con esta condición a menudo impiden que las mujeres busquen ayuda.
Es por eso que este día es más que una celebración; es un llamado a la acción. Debemos trabajar juntos para garantizar que todas las mujeres tengan acceso a atención médica segura y de calidad durante el parto. Esto incluye la disponibilidad de servicios de salud materna, la capacitación de profesionales de la salud en técnicas de parto seguras y la concienciación sobre la importancia de buscar atención médica inmediata en caso de complicaciones.
Además, es fundamental abordar el estigma asociado con la fístula obstétrica. Las mujeres que viven con esta condición merecen ser tratadas con dignidad y respeto. Necesitan acceso a servicios de salud mental y apoyo comunitario para ayudarles a enfrentar los desafíos emocionales y sociales que enfrentan.
En este Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica, instamos a gobiernos, organizaciones de salud, profesionales médicos y la sociedad en su conjunto a unirse en la lucha contra esta injusticia. Juntos, podemos trabajar para poner fin al sufrimiento innecesario y restaurar la salud y la dignidad de las mujeres en todo el mundo.